Mi amado habló

Cantares 2:10-13 BTX.  Mi  amado habló, y me dijo: ¡Oh amada mía, hermosa mía, levántate y sal conmigo! porque ha pasado el invierno, La lluvia ha cesado, y se ha ido. Las flores aparecen en el campo, El tiempo de la poda ha llegado, Y el arrullo de la tórtola se deja oír en nuestra tierra. La higuera ya madura sus brevas, Y las vides en cierne exhalan su aroma. ¡Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven!

Todos anhelamos que nos amen, lo que a veces no entendemos es que ese amor solo lo puede dar una sola persona y es nuestro Padre Celestial, quien entrego a su unigénito hijo para que todos pudieramos tener vida y vida abundante (Juan 3:16) Tener una relación amorosa, familiar o de amistad, va más allá de lo que dicen las palabras o conceptos definidos por el hombre, es más que satisfacer un capricho,  un deseo o algo que por suerte nos toca.

EN TI... Expresa un amor que se entrelaza en uno, que no está separado en sus partes, sino que se llena en una sola persona Cristo Jesús, nuestro amado redentor, un amor que solo se puede aprender estando con Él, porque ningún otro ser humano es capaz de darlo por si solo. Cuando el amado habla se nutre todo nuestro ser con palabras de vida, palabras optimistas, palabras de esperanzas, palabras tiernas que dan seguridad a quien lo ama ¡Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven!. A menudo estamos dormidos esperando que algo ocurra, hoy el amado nos dice levantate y ven, dos verbos que indican acción, levantemonos y caminemos junto a Él, abramos nuestros ojos y observemos.

Ante esa situación, ese pensamiento, esa relación, que nos atormenta o nos incomoda debemos ser optimistas y creer, salgamos con nuestro amado y veamos como ha pasado el invierno, como la lluvia cesó, como las flores aparecen en el campo, como llega el tiempo de la poda, y el arrullo de la tórtola se deja oír en nuestra tierra, la higuera madura sus brevas, y las vides en cierne exhalan su aroma.

Bendiciones.